Desde HSA promovemos una vida cardiosaludable

Hoy, 14 de marzo, celebramos el día europeo para la prevención del riesgo vascular para concienciar sobre la importancia del diagnóstico y tratamiento para afrontar cualquier enfermedad cardiovascular.

El Riesgo Cardiovascular (RCV) se define como la probabilidad de sufrir un evento o enfermedad cardiovascular (puede ser cardiológica o cerebral, pero siempre de tipo vascular) en un periodo de tiempo determinado.

La enfermedad cardiovascular comienza en la juventud, ya sea por influencia genética, por el estilo de vida o por ambas razones. Por ello, es fundamental tener en cuenta estos dos aspectos, especialmente teniendo unos hábitos, en general, saludables.

Factores de riesgo cardiovascular:

  • Carga genética, edad, raza y otros factores de origen inevitable. Sobre ellos se puede actuar para modular su efecto, por ejemplo, siguiendo las actuaciones preventivas recomendadas según grupos de edad o atendiendo, en términos preventivos, las particularidades raciales (hipertensión más frecuente en raza negra o ictus en asiática). Incluso es posible ya alguna actuación sobre la posible herencia cromosómica mediante ingeniería genética.
  • Hiperlipemia. Los pacientes con niveles de colesterol total en 240 tienen el doble de posibilidades de sufrir un infarto de miocardio que los que lo tienen en 200.
  • Hipertensión arterial. La tensión arterial no debe superar 130 de máxima y 80 de mínima.
  • Antecedentes de enfermedad cardiovascular. Quien ha sufrido un infarto de miocardio, tiene más probabilidades de sufrir otro que quien nunca pasó por esa experiencia.
  • Diabéticos. Idéntica posibilidad de sufrir un infarto que un no diabético con infarto previo.
  • Tabaco. La incidencia de ECV entre los fumadores es tres veces mayor.
  • Sedentarismo. La inactividad física tiene un papel más importante de lo que hace años se creía, como factor de riesgo CV.
  • Obesidad. Especialmente la abdominal. Un perímetro abdominal superior a 102 cm en el hombre o a 88 cm en la mujer, se asocia con un mayor riesgo de ECV.
  • Dieta. Tipo de alimentación. La dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, aceite de oliva, pescados, frutos secos, legumbres, etc, es la más saludable y la que se aconseja seguir en todos los sectores de la población.
  • Consumo de drogas. Las posibilidades de sufrir un infarto tras consumir cocaína se elevan en 24 veces. En el caso del cannabis dicho incremento sería de 4,8 veces.
  • Estrés. Se tiene la intuición de que es un factor de RCV, pero no se sabe a partir de qué grado de estrés y durante cuánto tiempo de exposición. Lo que se sabe es que ese riesgo aumenta durante las dos horas siguientes a un acontecimiento contundentemente estresante.
  • Tratamiento con anticonceptivos orales. Incrementa el riesgo de sufrir una ECV en la mujer, especialmente si es fumadora.

A pesar de tener en cuenta todos los factores comentados, podemos concluir que una vida cardiosaludable se basa en dos principios fundamentales:

  1. Hacer ejercicio
  2. Seguir una dieta saludable

En la línea de nuestro compromiso por la prevención e investigación, la próxima semana recibiremos a la Fundación Española del Corazón en nuestras instalaciones para que expliquen su labor a nuestros pacientes y le ofrezcan la posibilidad de colaborar.

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